Desde hace mucho tiempo la innovación tecnológica ha sido la clave para mantener acercarnos tanto a nuestros actuales clientes como a clientes potenciales.
Pero estar cerca no significa que el negocio vaya bien. Hay que alinear todas las estrategias posibles con los objetivos del negocio, y muchos de ellos tienen que ver (o deberían) con mejorar la experiencia del cliente. A continuación, dejo cinco prioridades que, según mi punto de vista, debemos tener en cuenta a la hora de transformar la experiencia del cliente.
Pero estar cerca no significa que el negocio vaya bien. Hay que alinear todas las estrategias posibles con los objetivos del negocio, y muchos de ellos tienen que ver (o deberían) con mejorar la experiencia del cliente. A continuación, dejo cinco prioridades que, según mi punto de vista, debemos tener en cuenta a la hora de transformar la experiencia del cliente.
Tener un mensaje coherente
Toda la
inversión y el esfuerzo que se hace desde los departamentos de marketing y
ventas para posicionar la marca debe ser coherente con el resto de áreas de la
empresa que tengan algún tipo de contacto con el cliente. Debemos
tener en cuenta que todas las personas hablan de nuestro negocio, productos y/o servicios.
Para casi
todas las empresas, esto implica potenciar y alinear los canales on y offline,
asegurando que el consumidor disfrute de un servicio intercambiable y flexible
en todas las plataformas. Digitalizar operaciones como las facturas, documentos
y contratos, mejorar el acceso a empleados y clientes a la información
corporativa, y presentar dicha información de forma coherente en todos los
canales, son puntos cruciales para una buena estrategia omnicanal.
Dicha
experiencia puede requerir un rediseño de sistemas a través de servicios cloud,
que simplifiquen y aceleren el despliegue de la infraestructura necesaria, así
como un refuerzo extra de la comunicación interna para garantizar al cliente tu
máxima coordinación como empresa.
Datos, datos y más datos
Hace
tiempo que el futuro de las empresas está en manos de los datos, por lo que la
centralización y consolidación de la información es cruciales. Esto significa
que los empleados deben poder acceder a la información adecuada en todo
momento, dando así el mejor servicio a tus clientes. El acceso a dichos datos
es el que perfilará la experiencia de tus usuarios, la cual podrá ser
excepcional “solo” si tienes la capacidad de personalizarla hasta el más mínimo
detalle.
Sácale partido a tus datos
Si tenemos
los datos centralizados, el siguiente paso hoy por hoy indispensable, es
analizarlos para mejorar lo que sabemos de nuestro cliente, paso fundamental para darle lo que quiere, como quiere y donde quiere. Si bien ya lo he comentado
en varios artículos, el análisis de datos está hoy al alcance de todo el mundo,
lo que permite no solo conocer a los clientes sino también
evitarle las malas experiencias.
El
análisis y monitorización de los datos no sólo ayudarán de puertas para fuera,
sino que, en tu ámbito interno, ayudará a reducir costes. Naturalmente, estos
cambios en las prioridades y preferencias de cara al cliente supondrán una
flexibilización del modus operandi, extendiendo a todas las unidades de negocio
las lecciones aprendidas a partir de la experimentación tecnológica.
La
cantidad de datos que producen los usuarios al usar nuestros distintos canales
es un tesoro que no solo se puede explotar sino que además se debe. Monitorizar
la forma en que el consumidor navega entre los distintos canales online y
offline es una forma de hacer salir a la luz patrones que se pueden utilizar
para moldear la propia experiencia y, por ende, aumentar las ventas.
Monitorizar
y observar es, por tanto, la única forma de saber cómo se siente el cliente. En
el ámbito interno, monitorizar el rendimiento de las aplicaciones, el uso del
ancho de banda o el consumo de los recursos, pueden ser grandes herramientas
para hacernos una idea de cómo se utiliza la infraestructura y prever la
necesidad de mejoras.
El futuro ha llegado y es móvil
Más del
40% de los usuarios de Internet asegura que el móvil es su dispositivo
principal para navegar. Tanto si operamos en B2B o B2C, cada vez más los
compradores buscan, compran y solicitan ayuda a través de dispositivos móviles.
Como reacción a esa realidad, las empresas más punteras se centran en construir
excelentes experiencias de usuario para móvil, relegando otras plataformas a un
segundo plano.
Por ello
es imprescindible tener en cuenta factores como la menor velocidad de las
conexiones móviles, optimizar los tiempos de carga de páginas, la extracción de
datos y la respuesta de formularios, así como la disponibilidad absoluta de tu
página web o aplicación.
Del mismo
modo, la infraestructura tecnológica tendrá que estar preparada para aguantar
posibles picos estacionarios, así como eventos menos predecibles como la
cobertura en redes sociales o relaciones públicas.
Porque
sabemos lo difícil que es conseguir un cliente y lo fácil que lo perdemos
cuando no estamos a la altura de sus expectativas. Por ello cada vez es más
necesario mejorar su experiencia y que además, que esta experiencia sea parte
central de las políticas de mejora permanente. Al final, tanto la tecnología,
como lo que el cliente espera cambia día a día.
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