La
competencia local e internacional, las nuevas formas de comercialización la
aparición de Starts up (100% digitales) y sus aplicaciones tecnológicas y un
largo etc. han significado una necesidad constante de ajustar a la baja el
precio de venta de los productos. Su gran aliado en este proceso ha sido el director
financiero, responsable de mejorar sistemáticamente la rentabilidad y el
rendimiento.
Su
mayor problema es que, a menudo, esta tarea de optimización se realiza sin
tener toda la información necesaria, y además, muchas veces tampoco es del todo
fiable. Sistemas informáticos independientes e información no consolidada
suponen un gran obstáculo para su trabajo y, por lo tanto, para el resultado
global de la empresa.
Llegados
al nivel actual de eficacia requerido, la única forma de mantenerse “vivo” es
trabajar hasta con los más pequeños detalles. Las empresas deben ser capaces de
determinar dónde optimizar su limitada capacidad de inversión y sus escasos
recursos para obtener las mayores ganancias. A la complejidad de esta
tarea para los equipos financieros se suma que los mercados son cada vez más
cambiantes, y las premisas que eran válidas hace pocos años ya no lo son.
Afrontar
estos retos requiere de herramientas de análisis de datos consolidados para
obtener una perspectiva en profundidad de las finanzas de la organización, así
como la capacidad de recopilar, reunir, manipular y analizar los datos más
detallados de cada línea de negocio.
Los
directores financieros cuentan con un conocimiento establecido sobre los
beneficios y pérdidas de la empresa y, a medida que se involucran más en la
estrategia corporativa, deben asumir un papel más práctico a la hora de ayudar
a cada línea de negocio a maximizar los beneficios mientras se mantienen los
costes bajo control. Está claro que dotarse de herramientas para este fin se ha
vuelto imprescindible. Analizar y entender “el por qué y el cómo” de cada
líneas de negocios (estado, evolución, tendencias, etc ) permitirá tomar las
decisiones que mejoren el resultado para la empresa.
Cloud - Nuevas posibilidades
La
tecnología en la nube sirve de forma excelente a este propósito. Los sistemas
modernos de análisis y gestión de pérdidas y ganancias basados en la nube son
más fáciles de justificar que sus antecesores “on-premise” y están construidos
pensando en la transparencia y la accesibilidad. Ponen información vital al
alcance tanto de los equipos financieros como de las líneas de negocio, a fin
de que se puedan tomar mejores decisiones en toda la organización. Y lo mejor
es su disponibilidad completa (24x7x365) sin importar donde se encuentre el
usuario o mediante que dispositivo acceda. En un mundo globalizado, las nuevas
tecnologías son nuestro aliado.
De
forma crucial, los sistemas basados en la nube ofrecen cuadros de mando e
informes sobre áreas de costes específicas con rapidez y pueden configurarse
para la casuística de una empresa sin necesidad de conocimientos técnicos
avanzados. No es necesario ser experto en programación para conocer cómo se
distribuyen los ingresos y los costes en la empresa.
En
un momento en el que la velocidad y eficacia nunca han sido más importantes, no
es raro que los equipos financieros quieran sistemas que estén a la altura.
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