Cuando hablamos de transformación digital nos referimos a incorporar la tecnología a los procesos de negocio de las empresas tradicionales (sin importar su tamaño), de manera que aumente su productividad y competitividad (bien porque el proceso se hace más rápido, de mayor calidad, más barato o porque nos da acceso a nuevos mercados). Este cambio implica una nueva cultura organizacional abierta y que pueda adaptarse, donde el gran reto es transformar a todas las áreas de la empresa para lograr empresas rápidas y flexibles. Realmente un gran reto para las empresas que quieran tener un sitio en el mercado durante los próximos años. ¿Cómo será el futuro? Para entender la velocidad de esta transformación, permítanme utilizar una comparación con nuestra vida personal. Pensemos como ha cambiado nuestra forma de relacionarnos (Whatsapp, Twitter, Facebook, etc) o el acceso a servicios de entretenimiento (Netflix, compra de entradas o billetes, series a...